Si existe algo que nos permite adueñarnos verdaderamente de un lugar en particular, es el diseño de interiores, brinda la oportunidad, de hacer de nuestros espacios, un lugar único, donde nos sintamos cómodos, y podamos ser nosotros mismos, sin máscaras, apartados del bullicio de la ciudad; en resumidas palabras, nos ofrece diferentes formas, maneras y opciones para expresarnos y proyectar nuestra verdadera esencia, en los lugares que habitamos, convirtiendo casas, en hogares, y áreas en espacios.

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Dentro de este increíble, diverso y variopinto abanico de oportunidades, se encuentra una tendencia que se caracteriza por la libertad que ofrece al momento de decorar y dejar salir toda nuestra creatividad; se muestra como una tendencia no solo contrastante, sino que de igual manera, es divertida y reta nuestro buen gusto; es el caso del URBAN CHIC, un estilo, que, al no tener definición, se puede definir a nuestro gusto, aquí, su gran atractivo y el por qué resta ganando terreno en la actualidad, nada como definir nuestros espacios con absoluta libertad, teniendo el buen gusto como única premisa.

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En cuanto a colores, texturas y su relación con las formas, podemos decir que esta tendencia, nos deja descubrirla, encontrando excelentes aciertos; como por ejemplo, el equilibrio entre el color y textura de las paredes con el mobiliario elegido, pueden usarse texturas vibrantes y cinéticas, con un mobiliario de colores lisos y suaves que hagan contraste, además, la experimentación con diferentes objetos y estilos es una buena oportunidad para probar cosas nuevas, una lámpara de mediados del siglo XX, con posters al estilo pop art, muebles antiguos de madera con tapizados de colores llamativos, pisos de madera y paredes veteadas, son fórmulas libres para dejar salir nuestra creatividad.

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Algo que también define esta tendencia sin definición aparente, es la funcionalidad, como muestra de que la libertad sin estructura se convierte en caos; si bien tenemos la libertad de probar diferentes estilos, formas y colores, hay ciertas cosas que deben tomarse en cuenta para no convertir lo que puede ser una muy buena oportunidad para decorar un área, en un total desastre; simplemente hay que tomar en cuenta nociones elementales como el balance entre formas y colores, sencillez, composición, entre otros; en fin, hacerle caso a nuestro buen gusto y sentido común.

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El diseño de interiores, finalmente nos da permiso para tomar decisiones arbitrarias y disfrutar del proceso de ambientar y definir nuestros espacios con nuestro propio criterio de la estética, de forma empírica, divertida y sin presiones, recordándonos, una vez más, que, al final, se trata del arte de expresar nuestra esencia y personalidad a través de la creación de nuevas atmósferas; convirtiendo nuestros espacios en una proyección de notros mismos.

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